jueves, junio 23, 2011

El conejito zombie que salió de la jardinera de mamá...


Hoy, después de ver alegremente el duel-- que diga, el debate Sicillia vs Calderón y otros muertos, me vino a la mente uno de esos pasajes de mi infancia rara (carajo, ke también fui niña ¬¬ ) y recordé que mi madre alguna vez tubo un conejito silvestre como mascota; sinceramente no recuerdo el nombre y preguntarselo a ella creo ke no es buena idea, así que lo bautizaremos como "Boni".

Boni llegó de tierras lejanas, era una bolita de pelo gris y blanco con enormes ojos color café; comía alfalfa y ricos trocitos de zanahoria; vivia en un huacal de madera y se llevaba bien con mis gatos...Pero un día Boni amaneció hecho bolita. Mi madre temió lo peor y eso "peor" resultó realidad. Boni había pasado a mejor vida de la noche a la mañana. Sí, aquel conejito silvestre amaneció tieso sin vida y hecho bolita (valga la condenada redundancia). Lloramos y decidimos darle cristiana sepultura; digo, de algo nos tenía que servir tanto rollo religioso y demás. Es así como lo enterró en una de sus jardineras, atrás de los geraneos, a la derecha de las margarítas en un hoyo del tamaño de una caja de zapatos del número 3. 
Hoy Boni regresó... al menos en una ilustración mía. Sí, ahora es un "tierno" zombie... El conejito zombie que salió de la jardinera de mamá...

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